sábado, 15 de agosto de 2009

La División de Honor nos realizó a todos...

Por Falo Méndez
Soy muy malo para las fechas, por lo cual no soy capaz de situarlas con exactitud en el tiempo, pero lo que si tengo muy claro que cuando uno anda rondando aproximadamente la fecha de los componentes de la mayor hazaña realizada por el Grupo en toda su historia balonmanística, y visto con el paso del tiempo, demasiado tiempo, sigue estando muy presente en la mayoría de los que tuvimos algo que ver en aquellos tiempos de éxitos deportivos.
Recuerdo que por aquellos tiempos yo andaba entrenando en la Asociación Atlética Avilesina y recibí una invitación para trabajar junto con Antonio Oliva en el Grupo con la idea de hacer un proyecto para intentar conseguir que la sección creciese pues estaba en la regional asturiana, en un primer lugar mi contestación fue que tenía un compromiso con la Atlética, pero los acontecimiento se complicaron y me encontré que en mi club de origen nadie estaba dispuesto a solucionar lo que para mi era un gran problema, nada más que en la pista de la Exposición la familia que se encargaba de la vigilancia, nos prohibía botar los balones porque despertábamos a uno de sus miembros que solía dormir a las horas del entrenamiento, en fin... Nadie del club se atrevía a poner a cada uno en su sitio, lo que propició mi salida hacia el Grupo Covadonga. El cambio fue pasar a entrenar en las mejores condiciones en las que he entrenado en toda mi larga carrera, incluido los tiempos que corren, tener las posibilidades de trabajar en aquellas condiciones ha hecho difícil bajar más tarde peldaños, instalaciones, medíos y personal a tu disposición me ofreció pasar de la “indigencia” a probablemente una de las mejores situaciones que podías encontrar en todo el país.
Con las condiciones anteriormente citadas, dimos comienzo a un proyecto deportivo que fue creciendo temporada tras temporada hasta acabar con el “Ascenso a la División de Honor”, el primer ascenso del Balonmano Asturiano pero por el medio hasta alcanzar ese momento existieron otros momentos de éxito que dieron paso al final, pero el camino fue largo y con mucho trabajo, bueno mejor diría ilusión, pues trabajar en aquellas condiciones, creaba mucha ilusión, era un bonito sueño, pues al fin y al cabo todos procedíamos de sitios que no ofrecían ni por asomo las posibilidades del Grupo. El ascenso a la categoría nacional, que realizamos en Cádiz, fue toda una experiencia, la primera gran experiencia de la Sección. Si es verdad que contábamos con una gran plantilla que se había confeccionado con mucho equilibrio, y en la cual siempre había un hombre que marcó todas épocas el cual no es otro que Mariano de la Puente, el cual junto a los Sendin, Marino, Gumiel, Mere, mi gran amigo Baudilio, que finta tenia, como manejaba la cadera… Espero que no se enfade , y otros a los cuales sería interminable evocar, pues seguro que dejaría alguno en el olvido, incluidos a nuestros primeros jugadores que procedían de León, creo recordar que eran Agustín y Abad, los cuales dieron un empaque al Grupo para conseguir llegar a la categoría nacional.
A partir de ese ascenso, comenzamos a darle una renovación al equipo y comenzaron a llegar las nuevas generaciones, logrando juntar un potente equipo que fue el que consiguió el éxito definitivo del primer gran Ascenso. Pienso que cuando Antonio Oliva vino a ficharme, el tenia claro que yo representaba la posibilidad de aunar lo mejor del balonmano avilesino, el cual era vital para conseguir un gran potencial deportivo, así que conseguimos que Armesto, Juan Viña, Isaías , vamos el “Morín” como lo conocía todo el mundo, José Antonio el portero, Miguel Ablanedo, y Herrero se uniesen a los ya reconocidos Meana, Vicente, Ricardo, Chuso, Alfonso, Juan de Dios, Espina, Mendoza, Yepes, Ángel Paraja, Pepe Llaneza y como no el incombustible Mariano de la Puente. (Dios, espero no olvidar a ninguno) que junto a Baudilio que pasó a ser delegado del equipo y de la colaboración del doctor Marcelo Palacios logramos dar ese paso de calidad y poner al Grupo en el lugar del cual nunca tendría que haber desaparecido, por tradición, por poderío de club y por número de socios, así como por representación como club del Principado de Asturias.
Podríamos seguir hablando de ascensos y de momentos de oro de la sección, probablemente eso daría para una buena mesa redonda llena de anécdotas y probablemente algo de luz daría, incluso para el futuro...
Yo personalmente, viví otra posibilidad de trabajar en el club con un objetivo parecido a la época relatada, pero... No se parecía en nada al Grupo que yo conocí, ni las personas, ni las condiciones. En fin, pero eso es otro tema.

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